miércoles, 15 de agosto de 2012

Extranjerofobia


He tenido que irme a un país extranjero para darme cuenta de lo cerrados que somos en España con respecto a aquellos que nos dan en cierta parte de comer por nuestro turismo.

No se trata de ser patrióticos, pienso que es más que nada cuestión de ser cerrados al mundo, como un caballo de feria que solo puede ver más allá de el camino que le permiten ver sus parches a uno y otro lado del ojo.

Es bueno que estemos orgullosos de poseer una cultura muy rica y variada en tradiciones, cultura gastronómica, festiva, o musical, pero debemos mirar más allá de eso y saber apreciar que en el mundo hay muchas tradiciones y culturas que nos enriquecen.

Pensé que sería algo aislado, pero extranjeros que residen parte del año en España me han contado miles de historias en las que son despreciados, estafados o maltratados por el hecho de ser extranjero. Pienso fehecientemente que ha sido producto de un gran numero de años cerrados al mundo por el franquismo y que la secuela permanece vigente.

 La solución a esto pienso que la tendrán todas aquellas personas que hoy en día están emigrando debido a la crisis, y la mezcla de culturas que está teniendo lugar gracias a la facilidad que tenemos hoy en día para viajar, aunque nos va a costar sacar del sofá a muchos que defienden la cultura del "salir paké, si aquí tenemo de tó"

Crucemos los dedos

Germán

sábado, 4 de agosto de 2012

Tréboles de cuatro hojas


Aquí me encuentro escribiendo un rato un sábado 4 de Agosto con un chaparrón ante mis ojos.Y es que llevo ya casi tres semanas en el país de la cerveza negra por excelencia: Irlanda

Ciertamente estoy hablando más expañol que inglés, aquí hay una brigada de españoles de au-pairs (cuidadores de niños) trabajando, y otros tantos en la hostelería local.

Aunque ya es la quinta vez que vengo a este país, es la primera vez que vengo con el título de mayor de edad, el cuál me posibilita la entrada a los numerosos bares del país y la obtención de sus brebajes benditos.

Estoy disfrutando como un jabato de buena música en vivo casi a diario: country irlandés, blues, jazz llenan de alegría los bares.

Como única desventaja, decir que es un tanto estricto que cierren a las dos de la madrugada, hora en la que en España irías por el segundo cubata. De cualquier modo es totalmente comprensible, dado que aquí cenan bastante temprano, y a las diez de la noche más de uno ya se tambalea en sus andares.

No sé si será la comida, la cerveza o Dios sabe qué, pero curiosamente casi siempre me veo en la necesidad de tirar más de una vez de la cadena del water jejejeje. Otra cosa que me ha llamado la atención es lo limpios que están los cuartos de baño, incluso al final del día. Los servicios usan papel higiénico de verdad y el jabón en bote pequeño. No sé realmente si esto sería posible en España, donde la cultura del ¡Es gratis! nos encanta.

En fin, ¡qué grandes momentos estoy pasando estos días en el país de los tréboles de cuatro ojas! Síntoma de la gran suerte que tengo de estar aquí, ya que mis padres han hecho un esfuerzo económico por darme un mes de descanso en el país gaélico.

Saaaalú!