No somos nada.

-No somos nada. Le dijo el el espermatozoide al óvulo.
-¿Cómo lo sé que no eres nada?
-Por eso dicen eso de "echar un polvo", la nada no hace daño.
-Vale, entra.
-Me encanta tu morada, ¡aquí podemos hacer de la nada un todo!

Para qué sirven las corbatas.

Hoy he aprendido para qué sirven las corbatas. Antes no sabía para qué servían. Comprendería a los mayores si las corbatas estuviesen calentitas como las bufandas… porque si no... ¿para qué otra cosa podrían servir? Creo que los mayores llevan corbata cuando juegan. Cuando los mayores se ponen traje de chaqueta y corbata juegan a ser personas serias. Juegan a darse la mano, y pelean por quién se pone en la parte derecha en una foto. Cuando juegan les encanta hablar de porcentajes, ratios y beneficios y no se despegan del teléfono.  A mi tío Alfonso que trabajaba para una gran farmacéutica le gustaba tanto tanto jugar a ponerse traje y corbata, que el día de año nuevo no pudo tomarse las uvas, y el día de reyes no pudo estar para entregar los regalos. Antes no lo sabía, pero hoy ya sé para qué sirven las corbatas. Para que cuando los mayores se cansen de jugar les den la vuelta, y se cuelguen vestidos de su traje favorito. Eso es lo que ha hecho mi tío Alfonso, pero con una corbata con forma de cuerda.

Imagen: Graffiti de Blublu en Berlín.

Miércoles santo

Allí está él... sentado en un bar ochentero que huele a sudor y tabaco.

Mientras, los camaradas juegan al billar,  y los enamorados ríen juntos a cerveza a ritmo de Guns and Roses. Engominado y vestido de camisa, el muerto asiste un miércoles más a su meditación. Podría tratarse de un miércoles cualquiera si no fuese miércoles santo, aunque para Manuel no existe día dispar en el calendario. Su semblante inexpresivo con mirada perdida denotan que su entusiasmo se cambió de acera hace años. ¿En qué momento le cambió la cara a Manuel? ¿En qué momento pasó a ser invisible? Hoy es miércoles santo, y el muerto no ha salido del templo. ¿resucitará algún día del letargo?