viernes, 30 de diciembre de 2011

Familiarismo oriental.

Llevo meses pensando en escribir esta entrada. Gracias a las notas de mi móvil recuerdo que he de hacerlo, pero no ha sido hasta esta noche de reflexiones cuando me han entrado ganas de escribirla.

En tiempos de recesión que andamos, resulta curioso el gran numero de establecimientos orientales que abren en nuestras ciudades, reproduciéndose cuales células en mitosis.
La verdad es que no me parece ni bien ni mal, cualquier humano quiere mejorar sus condiciones de vida, y vivir en España, un país democrático, no debe ser un impedimento mientras estén en mismas condiciones o similares que un español.
Lo que si me parece injusto es el trato que les damos, no llegando a ser xenófobo, pero sí lleno de envidia.

Me he estado informando sobre la financiación de estos establecimientos, que empezaron en el sector de la alimentación y ahora se expanden a el mundo de la moda y otros roles. Es peculiar, que ésta financiación tiene lugar entre familiares, que se prestan dinero los unos a los otros, creando un mercado del dinero bastante cerrado, pero con unos resultados satisfactorios.
No sé si ésta medida tendría éxito entre familias españolas, dado que no nos caracterizamos precisamente los españoles por ser muy ahorrativos, y preferimos no jugar con dinero cuando se habla de familias. Solo hay que ver los muy frecuentes resultados con las herencias...

El año 2011 ha sido polémico entorno a los bancos por la dificultad con la que conceden hipotecas, por las que antes no te pedían ni el DNI, y ahora les falta pedirte un análisis de sangre.

He pensado, que seria interesante crear, en analogía con las familias chinas, una empresa que posibilite poder salir adelante con un negocio, o comprarse una casa, de una manera local/provincial, estudiando cada caso, y con unos intereses un poco más altos que los que te pediría un banco.
A cambio de esto, estas ofrecerían un equipo de personas que te asesoren y te ayuden a llevar exitosamente tu negocio o tu vida laboral y que,en caso de que te quedes parado, te den un margen de tiempo y ayudas en la búsqueda de una estabilidad laboral.

Serian entidades creadas por y para la concesión de dinero para proyectos y viviendas sin ninguna otra finalidad. De este modo, los requisitos para tener una hipoteca podrían bajar considerablemente, a diferencia de los bancos,que únicamente se dedican a darte el dinero, sino que se convertiría en una entidad social.

Esperemos que en cuestión de años se llegue a algo parecido, o los bancos seguirán perdiendo credibilidad por parte de la sociedad, y esto es un peligro,siendo la economía el principal motor de un país.