Familias que con un regadero de sollozos andan con la cabeza altibaja y dos maletas en mano sabiendo que tras sus espaldas quedan recuerdos, vivencias y un techo sobre el que han pasado gran parte de su vida.
Paredes en las que sus padres les dieron nacer, y ahora ellos como padres han de dejar, por avalar que sus hijos tengan la posibilidad de tener unas paredes sobre las que construir su futuro.
La tragedia está llegando a una cifra de más de 350.000 familias deshauciadas en España que nunca se imaginarían con unas maletas en la calle sin saber dónde ir. Familias que en algún momento pasaron por la puerta de un banco y vieron algún indingente durmiendo entre unos cartones,pensando que nunca vivirían dicha agonía y que ahora comparten acera.
Para ser consecuente con mis otras entradas, no voy a negar que el ciudadano no tenga parte de culpa, yo personalmente no me ataría de pies y manos a una hipoteca durante medio siglo con un banco, sin saber semi-fehecientemente que no podría pagarla, pero pienso que esto ha sido más bien cuestión de educación.
Durante estos años de arcoiris, y mariposas ningún gobierno se ha interesado por el control de la entidades gestoras de el dinero de todos, y han permitido que dichas barbaridades como la concesión desenfrenada de hipotecas se produjeran. Y no solo que se produjeran, sino que motivaron a ello.
Ahí es cuando el ciudadano se creyó le situación y las mariposas empezaron a rondarnos la cabeza pensando que esto iba a seguir así de por vida. Ahora gobiernos y bancos han de ceder, y pagar un poco por sus fallos.
Las vulnerabilidades del sistema financiero han quedado en la evidencia, y si las entidades financieras no son capaces de cumplir el código de las buenas prácticas y servir como un mero servicio al ciudadano, quizás se tendrán que regular e imponer las condiciones a la fuerza.
Personalmente mis esperanzas serán pesimistas mientras bancos y gobiernos estén tan profundamente relacionados.
Me daría vergüenza siendo presidente de Bankia o entidades que han tenido que ser rescatadas(y no rescatadas), firmar el gran número de ordenes de deshaucio que están firmando, y más, con familias con muchos hijos, ancianos, discapacitados, y personas en riesgo de alta exclusión social.
Esto debe ser algo global.Estamos en un mundo profundamente globalizado. Siempre me he dicho a mi mismo "qué me importará a mí el presidente de EEUU elegido en las elecciones".El mundo es ahora un puzzle de miles de piezas unidas todas juntas y todas con todas al mismo tiempo.
Os dejo un documental muy interesante sobre la crisis financiera en Estados Unidos: Inside Job. Flipen. Nunca me imaginé que existieran personas en este mundo que pudieran ganar cifras de más de 1000 millones de dólares (y encima, estafando e impunes).
http://vimeo.com/24981578
En definitiva, mi solución está en aportar una solución inmediata a las familias mediante el uso de la justicia, para que nuestra sociedad no se desquebraje como está teniendo lugar en estos años. Los bancos deben asumir sus pérdidas al arriesgarse. Les interesó asomarse al precipicio y ahora que se han caído, la sociedad a la que tanto han dañado les está pagando una soga para rescatarlos.
Por mi parte, quiero aportar mi granito de arena a la causa, con algunas maneras de activismo que se me han ocurrido, para hacer presión. Nosotros, las gotas, los ciudadanos hemos de unirnos para formar los ríos que inunden y presionen el sistema financiero y los gobiernos para tomar medidas.
El capitalismo está enfermo.
